Este artículo fue publicado originalmente en Motherboard, nuestra plataforma de tecnología.
"Déjame ver si recibimos alguna respuesta a la retransmisión". "Whiskey Papa Radio Tres, escuchando" dice Ángel Vázquez.
Cuando el huracán Maria llegó a Puerto Rico con su devastadora fuerza, penetrando la tierra el 20 de septiembre, Vázquez se encontraba refugiado en su casa. En un día normal no habría ido muy lejos, a su trabajo, en el Observatorio Arecibo, el segundo radio telescopio más grande del mundo. Ahí Vázquez es director de las operaciones del telescopio.
La parabólica de aproximadamente 300 metros de ancho, ha emitido mensajes SETI a las profundidades del espacio, y detectado planetas lejanos. Hoy, las únicas señales provenientes del observatorio de Arecibo pertenecen a Vázquez y conciernen a asuntos estrictamente terrestres.
Después de que la tormenta alcanzara la isla, The Universities Space Research Association (La Asociación de Investigación Espacial de Universidades), que opera en las instalaciones de Maryland, perdió contacto con su equipo isleño. Pero en el curso de treinta y seis horas, Vázquez podía escucharse a través de las ondas, gracias al radio improvisado en su casa.
Todos los que se albergaron en el observatorio estaban a salvo, dijo. Una antena de treinta metros se estrelló con un el enorme plato de la parabólica, dejando huecos. Una parabólica más pequeña se perdió.
La tempestad de categoría 4 mató al menos a diez personas en Puerto Rico y aproximadamente 700 persona más fueron rescatadas de aguas crecidas. Los funcionarios de la corporación de energía estatal dijeron que podría tomar meses restablecer la electricidad en todo el país.
Las respuestas del Presidente Trump han sido ligeras. En el fin de semana [de la tormenta], por ejemplo, compartió 17 tweets sobre deportes profesionales y, mientras Puerto Rico sufría, se pronunció inoportunamente a propósito de la deuda de la isla.
…It’s old electrical grid, which was in terrible shape, was devastated. Much of the Island was destroyed, with billions of dollars….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 26 de septiembre de 2017
…owed to Wall Street and the banks which, sadly, must be dealt with. Food, water and medical are top priorities – and doing well. #FEMA
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 26 de septiembre de 2017
La comida, el agua, la gasolina y la energía empiezan a escasear. «Si alguien puede escucharnos… ayuda», suplicó la alcaldesa mayor de San Juan, Carmen Yulín Cruz, ese sábado.
La mayoría de puertorriqueños solo intentan encontrar a sus familiares. Pocos tienen acceso a lugares con Wifi o fuentes de electricidad. Los vientos de 155 millas por hora destruyeron el noventa y cinco por ciento de la red inalámbrica, dejando la mayoría del país en zona muerta. Hace dos semanas el gobierno de Puerto Rico recibió más de 110.000 llamadas, muchas, sin duda, de parientes preocupados.
Lugares remotos como Arecibo, zona cercana al occidente de Puerto Rico, se vio particularmente golpeada. Aquí, el único modo de comunicación es la radio, así que a pesar del silencio una red de radioaficionados decididos se puso a ayudar a las comunidades a establecer contacto.
«Sí me contacté con Shirley, está muy contenta por haber podido escuchar de Tony. Y hablé con Karen y le conté sobre Phil. Puedes tratar de retransmitirle a Phil que ella le dirá a su madre que está bien», dijo Greg Dober, un voluntario radioaficionado, en Pittsburg, Pensilvania, respondiendo a la llamada de Vázquez.
"Muchas gracias, Greg. Muchas gracias" replicó Vázquez.
«Estamos haciendo las cosas que los primeros intervinientes no pueden hacer porque están muy ocupados. Podemos retransmitir cualquier información. Lo más importante es transmitir la información sobre la salud y el bienestar a un lugar donde los familiares puedan tener acceso», me dijo Tom Gallagher, CEO del American Radio Relay League (ARRL) .
Los voluntarios fieles a la ARRL, una asociación nacional para entusiastas radioaficionados, está proveyendo envíos en tiempo real desde el Caribe. Un equipo táctico de cincuenta amateurs bilingües, reclutados por la ARRL de Connecticut, se desplegará por Puerto Rico por tres semanas para asistir a la Cruz Roja estadounidense. Su principal objetivo será entregar información de los sobrevivientes a la agencia Safe and Well System, que informa a los familiares si sus seres queridos se encuentran bien.
Ham radio (como le llaman a estos radioaficionados) funciona con una tecnología anticuada, arcaica desde una perspectiva moderna, pero altamente personalizable. Los voluntarios deben aprobar un examen para obtener su licencia, así que el término aficionado o amateur, es un nombre inapropiado. Para el año 2016, Estados Unidos contó con 726,275 «hams» y seis millones alrededor del mundo.
Los operadores usan radio transmisores para hablar a través de pequeñas o largas distancias, y generalmente nunca lo hacen con propósitos comerciales. En Estados Unidos, La Comisión de Comunicaciones designa frecuencias o bandas que los aficionados pueden utilizar, y la regla general es: frecuencias bajas en la noche y frecuencias altas durante el día, dependiendo de las condiciones solares.
Estas redes son bastante resistentes al mal tiempo, con la excepción de las tormentas solares. (Durante el huracán Irma, un masivo destello solar perturbó temporalmente las comunicaciones del Hurricane Watch Net, un grupo de radioaficionados del clima.
Los «Hams» pueden enviar toda una variedad de información, desde transmisiones de voz, códigos morse, hasta transferencia de archivos, utilizando distintos protocolos. Algunos operadores utilizan medios digitales para enviar emails o, en el caso de Puerto Rico, listados de nombres —hasta 4.000 según Gallagher— de albergues locales como la Cruz Roja Americana a sus familiares en los estados.
Los Hams tienen una larga historia de cobertura en momentos de calamidad, y agencias gubernamentales menos ágiles los ven como un recurso en tierra. FEMA y NOAA a menudo coordinan con grupos como el ARRL para rotar información de y para comunidades locales.
Después de los atentados del 9/11, los «hams» ayudaron a transmitir mensajes cuando las líneas móviles se saturaron. Cuando el huracán Iniki arrasó con la isla de Kauai en 1992, los operadores retransmitieron reportes críticos a propósito del clima después de que las capacidades de radio de NOAA fallaran.
«Los territorios se organizan regionalmente, casi al nivel de condado, para las comunicaciones de emergencia», dice Gallagher.
«Justo antes de que Irma llegara a las Islas Vírgenes, el manager de nuestra sección llamó a la sede central y [pidió equipo radiofónico adicional]. Uno de los contratistas recogió las cosas y se dirigió a Saint Thomas. El equipamiento fue alrededor de la isla a la estación de emisión de emergencia que tenemos ahí. Estoy agradecido por ello».
Barrios enteros, como Fátima en la costa norte de Puerto Rico, fueron inalcanzables después de que la tormenta golpeara. La condición en la que estaba un hogar de ancianos, dijeron las autoridades, fue una preocupación particular. Y en la ciudad de Guayama, donde una pila de cinco pisos de ceniza de carbon tóxico se asentó por las inundaciones, hubo una necesidad urgente de reportes terrestres.
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, dijo que las comunicaciones habían sido restablecidas con todos los municipios el lunes después de la tormenta. Pero no es claro si eso incluye a las comunidades pequeñas.
«En una calamidad, las personas acuden a sus teléfonos y pueden saturar los circuitos. El público con frecuencia no entiende que los proveedores de las líneas telefónicas y de telefonía móvil solo pueden manejar una pequeña fracción de sus usuarios en un tiempo dado, antes de saturarse», me dijo Ken Gillando, manager de redes para Salvation Army Team Radio Network (SATERN).
El radio aficionado puede también ayudar a pronosticar el clima, dado que hasta la tecnología más sofisticada tiene sus limites. Cuando una tormenta impacta con rapidez, los «hams» ofrecen reportes de testigos oculares y mediciones tomadas en tierra. Información como la velocidad del viento o las condiciones del océano pueden mejorar la precisión de los pronósticos del huracán.
Esta es la razón por la que los grupos radiales como HWN trabajaron directamente con El Centro Nacional de Huracanes, durante el María, Irma, y Harvey. El Servicio Meteorológico Nacional (Estados Unidos) tiene su propia red de observadores llamada SKYWARN, que se activa durante tormentas severas.
«Ayer fue la primera vez que hablé con [Vázquez]. Los vientos seguían a ochenta millas por hora», Dober, el operador de Pensilvania, me dijo el lunes.
«Hizo lo que esperaba, que era crear una lista de contactos de las personas [en el Observatorio de Arecibo] y retransmitirlas a Estados Unidos. Le hice alrededor de diez llamadas. Cada llamada produjo felicidad», añadió.
Dober es uno de los muchos operadores de estado, manejando las ondas radiales. Ha sido un «Ham» por casi treinta años, un hobby que escogió después de trabajar en el Sistema de Radio Auxiliar Militar del Ejército.
En un solo día, Dober dice que ha contó al menos 500 mensajes de operarios entre Puerto Rico y Estados Unidos. Un aficionado con el que habló en Mayagüez dijo que el hospital local se estaba quedando sin gasolina para los generadores —»se está dañando»— y le pidió a Dober enviar una petición al FEMA.
En otras ocasiones, los familiares en el continente han presentado solicitudes de informes de la situación. «He enviado algunos emails a los operarios de la Florida averiguando por las condiciones en Ponce, ya que sé de personas que quieren saber», dijo Dober («Las últimas noticias que recibí fueron vía email [a propósito de Ponce]» me dijo un día después. Sin bajas y con limitaciones en la comunicación, el aeropuerto priorizará cargamento militar y socorro. «Gran ejemplo de cómo mezclar la tecnología antigua con la nueva»).
Pero a medida que los voluntarios se vuelven más, Dober advierte que las frecuencias pueden sobre saturarse. The Caribbean Emergency y Weather Net pidió una «frecuencia limpia» hace dos semanas en 7.188 y 3.815 MHz para manejar el tráfico desde la huracanada isla de Dominica.
Asimismo, los grupos de radio amateur desalientan a los Hams para que no se auto desplieguen en el Caribe. Como cualquier esfuerzo dirigido a aliviar los desastres, incluso las mejores intenciones se benefician de la coordinación.
De regreso a Arecibo, Vázquez estaba teniendo problemas con su generador haciendo que los reportes fueran esporádicos. Aunque ese lunes el observatorio recibió un teléfono satelital, restaurando la mayoría de las comunicaciones, todavía queda personal que no ha podido establecer contacto.
«Ángel aún no tiene información sobre ninguna recuperación, y no creo que nadie de las personas asociadas al observatorio hayan pensado en ello», me dijo Jim Breakall, quien es un profesor de ingeniería eléctrica en la Universidad Estatal de Pensilvania.
Breakall es uno de los «Hams» que ha estado en contacto con Vázquez recientemente. «Están principalmente preocupados pues necesitan saber si la gente está a salvo» añadió. The Universities Space Research Association (La Asociación de Investigación Espacial de Universidades) también ha estado en contacto con Vázquez vía radio.
Uno de los edificios ópticos parece haber perdido el techo, pero los daños hechos por la parabólica de 300 metros de ancho «fue un gran revés» dice Breakall.
El Presidente Trump no ha visitado el Caribe y en vez, gastó gran parte de ese fin de semana mofándose de los atletas profesionales en Twitter. Equipos de la Armada de Estados Unidos y los Cuerpos de Marines fueron desplegados el lunes, después de que la Casa Blanca recibiera críticas por su silencio público frente al desastre.
El gobernador de Puerto Rico ha pedido repetidas veces una mayor respuesta federal humanitaria. «los puertorriqueños son estadounidenses» dijo la Representante puertorriqueña del Distrito de Nueva York, Nydia Velazquez. «No podemos ni les daremos nuestra espalda».
Justo antes de que el Huracán Maria golpeara, Puerto Rico acababa de iniciar el proceso de reestructuración por su deuda de $70 billones. La Islas Vírgenes estadounidenses enfrentaban su propia crisis económica, con la mayor deuda per capita de cualquier territorio o estado estadounidense.
Ninguna cantidad de alivio pro-bono puede intervenir para la ayuda federal. Pero eso no impedió que los «ham» lo intentaran.
«Las islas Vírgenes británicas están tan cerca a nosotros que debemos saber qué piensan nuestras sociedades hermanas. Tal ves podamos ayudar a los británicos y los franceses a razón de cercanía», me dijo Gallagher.
«Y he dicho a las voluntarios que si quieren ofrecer cobijas y alberga, pueden hacerlo».
Esta historia antes aseguraba que ningún contenido comercial era permitido en las frecuencias radiales amateurs, ha sido corregida para reflejar que son, por lo general, no permitidas.
Fuente: Vice